El conocimiento del corazón como fundamento para una educación dirigida a la Paz integral del ser humano
¿Qué es en realidad el ser humano?
Científicos, académicos y profesionales investigan la naturaleza del ser humano y han dedicado sus esfuerzos para comprender su conducta. Todas las personas, sin importar su origen, son semejantes físicamente; sin embargo, al mismo tiempo presentan rasgos diferenciales no sólo en cuanto a su apariencia física, sino en cuanto a formas de pensar y de actuar. El ser humano es capaz de tener los sentimientos más profundos y sinceros, como el amor, la compasión y la solidaridad, y a la vez puede desencadenar los instintos más bajos con sentimientos de odio, rencor, envidia e intolerancia. Las personas pueden tener las acciones más nobles y solidarias con perfectos desconocidos, pero también son capaces de perseguir, matar, aniquilar, a miembros de su propia familia y a pueblos enteros.
El hombre es el único ser vivo que persigue a los de su misma especie para exterminarlos en masa.
Todos estos aspectos nos permiten concluir que definitivamente en el ser humano está la semilla del bien y del mal. La pregunta que surge es: ¿qué factores determinan que una de estas dos simientes germine en la persona?
Para entender el comportamiento humano tenemos que primero conocer cómo está formado el ser humano. El ser humano es trino, está compuesto por: alma, espíritu y cuerpo.
CUERPO
El cuerpo es nuestro medio físico por el cual nos comunicamos con nuestro entorno; es un ente físico, material, de carne, que permite que el ser humano proyecte todo lo que tiene en su interior.
El cuerpo físico tiene cinco sentidos: audición, gusto, olfato, tacto y vista; a través de estos sentidos podemos comunicarnos con las demás personas y con el mundo que nos rodea, e introyectar a nuestro espíritu y a nuestra alma los mensajes y estímulos que están a nuestro alrededor. Al mismo tiempo podemos, a través de estos sentidos del cuerpo, expresar en acciones o en palabras todo lo que tenemos sembrado en nuestro corazón y en nuestra mente, es decir, en nuestra alma y en nuestro espíritu.
Usted no piensa con los ojos, con el tacto o con la nariz, usted piensa con la mente; sus sentidos del cuerpo físico no imaginan; la imaginación es algo interior de usted, que es un ser intangible.
ESPÍRITU
Es la parte consciente del ser humano, un ente intangible que no se puede ver. El espíritu es la parte del ser humano que puede ser educada, donde desarrollamos la inteligencia; mediante el espíritu adquirimos conocimiento. El espíritu está ubicado en la mente del ser humano.
El espíritu tiene cinco sentidos: razón, imaginación, memoria, conciencia y afecto. A través de estos sentidos del espíritu podemos pensar, razonar, imaginar, conocer, sentir afecto, y colocar en el alma o en el corazón esos mensajes, información o estímulos que entran al interior a través de los sentidos del cuerpo.
Cuando llegamos a armonizar los sentidos de nuestro espíritu con nuestra alma o corazón, y con nuestro cuerpo, el ser humano alcanza un estado pleno y el espíritu manifiesta ciertas potencialidades o características como el amor, entusiasmo, paz, perseverancia, respeto, fe, humildad y autocontrol.
El espíritu es el vehículo a través del cual el alma se expresa o se manifiesta en el mundo invisible y en el mundo físico o visible, usando los sentidos del cuerpo para manifestarse.
EL ALMA O CORAZÓN
El alma es la parte subconsciente del ser humano, el alma es en realidad la esencia de la persona; y se encuentra ubicada en el corazón.
El alma tiene un solo sentido, el cual es el libre albedrío, y éste implica la libertad de elección. El alma, es lo que realmente es el ser humano. ¿Qué sería ese espacio físico, que es el cuerpo, sin fundamentos?
El alma o corazón decide con esa libertad de elección cuál es la información o mensaje que va a aceptar o va a desechar. Es en el alma donde el ser humano cree o duda de un determinado mensaje.
El cuerpo del hombre se puede comparar con una edificación o construcción: es lo que se percibe a la vista de las demás personas. A través de esa edificación la persona se expresa, se desarrolla, interactúa con el mundo que le rodea. Ese espacio físico presenta ciertas características, ha sido edificado con un fin. Sin embargo, toda cosa que se construye físicamente, tiene un límite de vida; por eso la importancia de que todo lo que esté dentro de esa edificación trascienda y produzca un impacto positivo para la humanidad; porque es ese impacto, esa huella que deje la persona, lo que perdurará después de que esa parte física se pierda.
Lo que se construye físicamente tiene un límite de tiempo, pero lo que se genera dentro de ese espacio, en el interior, tiene un impacto que perdura en el tiempo y que trasciende en la sociedad, ya sea en forma positiva o negativa. Por ejemplo, usted construye una escuela, un hospital o una discoteca, y en algún momento tendrá que refaccionar, derrumbar esa construcción, porque quede obsoleta, resulte disfuncional o se deteriore; sin embargo, lo que la gente recordará es lo que se originó y lo que se hizo dentro de ese lugar, y cómo esto impactó a la sociedad.
El ser humano no es simplemente el cuerpo físico; también es espíritu y es alma viviente. Si el ser humano fuera sólo el cuerpo físico, cuando éste muere, moriría con sus hechos; sin embargo, cuántas personas a pesar de estar muertas han dejado un legado valioso que ha impactado a la humanidad de manera positiva y constructiva. Entonces ¿qué es en realidad el ser humano, si lo que perdura son los hechos que han salido de su interior?
CÓMO SE RELACIONAN ALMA, ESPÍRITU Y CUERPO
La torre de control del espíritu es el cerebro que está en la cabeza; y la torre de control del alma está en el corazón. Y en la mente, en la cabeza, piensa el espíritu de la persona, y en el corazón piensa el alma de la persona.
Pero recuerden que son los pensamientos del corazón de la persona, que pasan del corazón a la mente, pasan del alma al espíritu de la persona; y por medio de los diferentes sentidos del espíritu (imaginación, razón, conciencia, memoria y afecto) los hace manifiestos, pero todavía sin materializarse; y los pasa al cuerpo.
Y a través de los sentidos del cuerpo comienza a llevar a cabo la labor para materializar esos pensamientos del alma de la persona, que están en la torre de control del alma: el corazón de la persona; y pasan al espíritu de la persona, y por consiguiente a la torre de control que está en la mente: el cerebro; y de ahí al cuerpo, para materializar lo que haya pensado: sea bueno o sea malo.
Pero del corazón salen los pensamientos del alma y pasan al espíritu de la persona, en la mente de la persona se manifiestan; y de ahí salen hacia el cuerpo de la persona, para manifestarse a través de los sentidos del cuerpo.
Los sentidos del cuerpo son para hacer y tener contacto con esta dimensión terrenal y todas las cosas que tienen que ver con esta vida terrenal; y los sentidos del espíritu son para hacer contacto con el mundo interior, las cosas intangibles, y pasarlas a ser tangibles por medio de la acción a través del cuerpo de la persona, usando los diferentes sentidos físicos.
El alma controla el espíritu y el espíritu controla el cuerpo. A través de los sentidos del cuerpo y del espíritu interiorizamos todo lo que recibimos del mundo exterior, sea bueno o malo; y es con el sentido del alma, con la libertad de elección, que decidimos aceptarlo o no, exteriorizarlo a través de acciones o eliminarlo. Cuando el espíritu con sus sentidos controla el alma, el ser humano pierde el orden correcto de la vida del ser humano, invierte el orden para vivir en la Tierra en justicia, paz y felicidad.
EL CORAZÓN: LA TORRE DE CONTROL DEL ALMA
Ya mencionamos anteriormente que el corazón del ser humano es la torre de control del alma. Y el corazón le da órdenes a la mente. Esta información ha quedado completamente fundamentada gracias a extensas investigaciones en este campo.
En 1991 el neurocardiologista Dr. John A. Armour, fue el primero en mencionar el concepto: “cerebro del corazón”. Gracias a sus investigaciones mostró que el corazón posee un sistema nervioso y complejo, que el corazón tiene neuronas. Entre otro de sus aportes dio a conocer que las neuronas del corazón son capaces de procesar todo tipo de información que llega de todo el organismo.
La Universidad de Oxford realizó extensas investigaciones con médicos de todas partes del mundo en el campo de la neurocardiología, las cuales dio a conocer en el 2010; y como resultado se obtuvo una asombrosa información que cambió el concepto sobre la función del corazón; órgano que hasta hace poco para muchos simplemente se encargaba de bombear sangre a todo el cuerpo.
Ha surgido una nueva especialidad médica llamada Neurocardiología. Esta nueva especialidad médica ha comprobado que el corazón tiene más de 40.000 neuronas iguales a las del cerebro de la cabeza (que tiene 100 mil millones de neuronas), y posee una red tupida y compleja de neurotransmisores, proteínas y células de apoyo.
El corazón trabaja independientemente del cerebro.
Conexiones:
La Dra. Annie Marquier, matemática e investigadora de la conciencia, autora del libro “El Maestro del Corazón”, publicado en marzo del 2010, postula que existen cuatro tipos de conexiones que parten del corazón y van hacia el cerebro de la cabeza.
Primera conexión: La comunicación neurológica mediante la transmisión de impulsos nerviosos. El corazón envía más información al cerebro de la que recibe, es el único órgano del cuerpo con esa propiedad, y puede inhibir o activar determinadas partes del cerebro según las circunstancias; puede influir en nuestra percepción de la realidad y por tanto en nuestras reacciones.
Segunda conexión: La información bioquímica mediante hormonas y neurotransmisores. Es el corazón el que produce la hormona ANF, la que asegura el equilibrio general del cuerpo: la homeóstasis. Uno de sus efectos es inhibir la producción de la hormona del estrés y producir y liberar oxitocina, la que se conoce como hormona del amor.
Tercera conexión: La comunicación biofísica mediante ondas de presión. A través del ritmo cardiaco y sus variaciones, el corazón envía mensajes al cerebro y al resto del cuerpo.
Cuarta conexión: La comunicación energética. El campo electromagnético del corazón es el más potente de todos los órganos del cuerpo, 5.000 veces más intenso que el del cerebro; y se ha observado que cambia en función del estado emocional. Cuando tenemos miedo, frustración o estrés, el campo magnético del corazón se vuelve caótico.
Howard Martin, uno de los pioneros del Instituto de Heart Math, especialista en temas del corazón, ha investigado sobre los efectos del estrés; y en una entrevista realizada por Francesc Prims, afirmó la coherencia e interrelación entre el cerebro y el corazón.
Campo magnético del corazón
Todos los científicos están de acuerdo en que el campo del corazón es 5.000 veces más magnético, más potente que el del cerebro. Se ha medido la extensión física y es de 2 a 4 metros alrededor del cuerpo, aunque el Dr. Eligio Merino dice que son hasta 5 metros de radio (lo detectó con un magnetómetro sensible). Genera ondas de luz que constituyen la principal fuente de información sobre el cual el cuerpo y el cerebro construyen la red neuronal y la percepción del mundo. El corazón es nuestro centro energético.
Campo eléctrico del corazón
El corazón genera el más poderoso y el más extenso campo eléctrico del cuerpo. Comparándolo con el campo eléctrico del cerebro, es 60 veces más grande en amplitud, y penetra cada una de las 800 mil millones de células del cuerpo, transmitiendo luego información al cerebro y al cuerpo.
Propiedades del “cerebro del corazón”
- Puede inhibir o activar determinadas partes del cerebro, según las circunstancias.
- Puede influir en la percepción de la realidad y, por tanto, de nuestras reacciones.
- Es inteligente. Puede tomar decisiones y pasar a la acción, independientemente del cerebro.
- Puede aprender, recordar, incluso puede percibir.
- Posee una sabiduría infinita y nos da la orientación, una directriz para tomar decisiones en nuestra vida.
Ondas cerebrales
Se sincronizan con las variaciones del ritmo cardiaco; es decir, el corazón condiciona a la cabeza (el corazón arrastra a la cabeza). Activa en el cerebro de la cabeza centros superiores de percepción completamente nuevos que interpretan la realidad sin apoyarse en experiencias pasadas. Este nuevo circuito no pasa por las viejas memorias, su conocimiento es inmediato, instantáneo, y por eso tiene una percepción exacta de la realidad.
Como hemos visto, el corazón piensa, tiene inteligencia, es el centro de donde emana toda la energía del cuerpo. El corazón tiene un canal directo a la mente. Toda la información que percibimos del mundo exterior es a través de los cinco sentidos (vista, olfato, oído, gusto y tacto). Cuando percibimos esa información, el cerebro la procesa. Antes se creía que el cerebro era el primero que captaba esa información, pero no es así. Es el corazón el que primero la capta, después pasa por el cerebro de la cabeza a través de las neuronas que tiene. El corazón es un ser pensante, un ser que puede tomar decisiones y capta la realidad como es.
Frecuencia cardiaca
Hay dos clases de variaciones de la frecuencia cardiaca: Una es armoniosa, de ondas amplias y regulares. Esta frecuencia se activa cuando la persona tiene pensamientos positivos, elevados y generosos.
La otra frecuencia es caótica, desordenada, con ondas incoherentes. Aparecen con las emociones negativas como son: ira, miedo, desconfianza, celos, etc.
Un instituto de investigación ligado a la Universidad de Stanford, en California, ha descubierto un dato muy interesante, un dato difícil de entender; pero pronto nos daremos cuenta que “cuando la mente coopera, el corazón responde”.
El dato que ha descubierto este instituto es que tan pronto una mujer queda embarazada y concibe un bebé, el corazón del bebé empieza a latir antes de que se forme el cerebro, y mucho antes de que se forme el ser completo. La pregunta aquí es: ¿De dónde vienen estos latidos? ¿Quién los provoca? ¿Qué los provoca? ¿De dónde proviene la inteligencia para iniciar y regular los latidos del corazón en el ser que apenas comienza a formarse?
EL CORAZÓN ES EL ÓRGANO QUE GENERA LA VIDA
Hoy podemos comprobar científicamente que el alma está dentro del corazón del ser humano; desde ahí envía señales a todo el cuerpo. El corazón es el único órgano que puede enviarle información al cerebro y a todas las partes del cuerpo.
Del corazón fluye la vida; y no solamente en la parte biológica cuando al bombear la sangre por todo el cuerpo le da vida a las células, todos los días y a cada instante. Es el centro, donde está el alma, por lo tanto es la esencia misma del ser humano.
Todas las ideas e impresiones que recibimos se originan en el corazón, y del corazón pasan a la mente, donde son procesadas. La mente es un simple procesador, por eso es fría y calculadora. No puede crear información de ningún tipo, no tiene autonomía. Lo único que hace es procesar todo lo que le llega del corazón.
El corazón hace de filtro para nosotros debido a nuestro cuerpo físico, a través de la conexión con nuestro ser, con nuestra conciencia. Es un filtro mucho más limpio y puro que la mente; pues el corazón está libre del yo, del ego. La mente es la cueva del ego. Los pensamientos genuinos proceden del corazón; los procesados proceden de la mente; y por supuesto, nuestros pensamientos genuinos nos hacen vivir el presente con paz y felicidad.
Gandhi dijo: “La felicidad se alcanza cuando lo que uno piensa, lo que uno dice y lo que uno hace están en armonía”. Los psiquiatras le llaman a eso “personalidad transparente”.
Está demostrado que cuando el ser humano utiliza el cerebro del corazón, crea un estado de coherencia biológica, y todo se armoniza y funciona correctamente. Es una inteligencia superior que se activa a través de las emociones positivas.
CÓMO SEMBRAMOS ESTÍMULOS POSITIVOS EN EL ALMA PARA FORMAR SERES HUMANOS CON PAZ INTEGRAL
El circuito del cerebro del corazón trata la información y luego le pasa la orden al cerebro de la cabeza. El corazón condiciona la cabeza. El corazón regenta el cerebro.
¿Cómo podemos activar este circuito para formar seres humanos con paz integral? Cultivando las cualidades del corazón, la apertura hacia el prójimo, el escuchar, la paciencia, la cooperación, la aceptación de las diferencias.
Debemos vigilar qué información internalizamos a través de los sentidos del cuerpo, y utilizar todos esos sentidos físicos para llevar al espíritu cosas positivas que formen seres humanos integrales; por ejemplo, una buena lectura con un contenido que aporte al crecimiento en valores, educación, un poema, una novela, todo aquello que nos haga crecer como seres humanos y despertar esa sensibilidad, ese sentido del afecto y el razonamiento que por naturaleza tenemos, pero que pueden ser proyectados al bien o al mal.
Utilizar el sentido de la vista y el oído para ver y escuchar palabras, mensajes, programas, películas, series, o música, entre otros mensajes, cuyo contenido además de generarnos pensamientos y sentimientos de placer o distracción, nos permita cultivar nuestra creatividad, estimule nuestra imaginación de manera positiva, y cuyos contenidos fortalezcan nuestra conciencia como individuos y como sociedad.
De esta manera, a través de los sentidos del cuerpo mandamos los mensajes a los sentidos del espíritu y al corazón; pero es ahí, en el corazón, donde se toma la decisión; es el corazón el que decide cómo va actuar con esa información, y acepta o no ese mensaje, lo cree o lo duda; envía la orden al espíritu y el espíritu lo materializa, lo exterioriza, a través de los sentidos del cuerpo.
Debemos aprender a confiar en la decisión del corazón, pues si sembramos cosas positivas en el alma, esa torre de control va a enviar esa información a todo el cuerpo buscando esa armonía; y debemos reconocer que el verdadero origen de nuestras reacciones emocionales no está en lo que ocurre en el exterior, sino en nuestro interior. Preguntemos a nuestro corazón cuando no sepamos qué hacer, porque ahí está el alma; y cuidemos lo que sembramos en nuestro corazón, porque de él fluye la vida.
Dr. William Soto Santiago
María Elena García Domínguez dice:
Este estudio nos confirma que somos lo que queremos ser, seres integrales que tenemos paz. Y así ser personas de bien para nuestra familia, comunidad y país. Gracias al Dr William Soto y la EMAP por ayudarnos con todos sus proyectos; para darnos cuenta lo que somos como familia humana.
karen franco zuñiga dice:
que bueno encontrar blog como este que nos permite tener mas conocimientos y otro punto de vista sobre este tema.
Anyi Pinzón Barbosa dice:
Con este articulo he aprendido mas sobre los pensamientos del corazón.
Gracias DR. William Soto Santiago.
Lic. Violeta lejandra Pérez. dice:
El Dr. William Soto Santiago es un gran pacifista que a influenciado positivamente con el análisis teórico_practico, acerca del comportamiento del ser humano. Es muy importante saver y conocer los procedimientos, acerca de como funciona nuestro ser interior, para poder exteriorizar nuestras acciones, mediante mecanismos interactivos de accion que influyen en la toma de desiciones. Trazar objetivos, fijarnos una meta, y alcanzar nuestros sueños, que deben ser siempre positivos, para sentirnos satisfechos de nuestros actos, ser personas de provecho para la sociedad, para nuestra comunidad y para nuestra familia, dejar un legado, y un recuerdo positivo de quienes nos rodean, ser un ejemplo para las futuras generaciones, de superacion, y perseverancia, dirijiendonos siempre con justicia,humildad, dignidad, amor, y paz.
Todo esto y mas lo he aprendido gracias a los consejos, y enseñanzas del Dr. William Soto Santiago, solo me queda externarle mi agradecimiento pleno y sincero, pues El ha sido de mucha ayuda en mi vida personal,espiritual, laboral, social y profecional, ahora he pasado de ser un ser ordinario a ser un ser extraordinario, mi vida ahora tiene mucho sentido. ¡Gracias Dr. William Soto Santiago!.
Milo Angel dice:
Que artículo tan bien escrito y con fundamentos certeros, es un gusto saber que hay personas que trabajan en difundir este tipo de información.
Éxitos en vuestros trabajos ?