William Soto Santiago nació en Puerto Rico, el 14 de junio de 1940. Es activista por la paz, humanista, teólogo y profesor investigador. Conferenciante internacional y Embajador de la entidad Embajada Mundial de Activistas por la Paz.
Desde joven se destacó por sus ideales de servicio a la humanidad y su ferviente anhelo en promover la construcción de una sociedad más justa, tolerante e inclusiva.
Es Doctor en Filosofía y Teología de la Universidad Internacional de Cambridge. Ha sido distinguido con el título de Doctor Honoris Causa en Derechos Humanos, Humanidades y Ciencias de la Educación, por distintas universidades.
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Su trabajo como humanista y activista por la paz ha sido objeto de reconocimientos y distinciones otorgados por diferentes universidades, gobiernos, parlamentos de América Latina, comisiones de Educación y Derechos Humanos, entre otros, incluyendo reconocimientos como “Profesor Emérito”, “Profesor Honoris Causa”, “Ciudadano Honorario”, “Visitante Ilustre” y “Huésped Distinguido” por mandatarios y congresos en múltiples países.
El Dr. Soto Santiago ha participado como orador en distintos foros internacionales promoviendo la paz, la importancia de la educación cimentada en valores y principios constitucionales, y la protección de los derechos humanos. Su estudio se ha enfocado en la respuesta a la angustia existencial del ser humano, el origen del hombre, y su constitución integral a partir del alma, el espíritu y el cuerpo.
Su vida dedicada a la investigación y su trabajo por la paz, hacen del Dr. Soto un investigador proactivo, cuya teoría acerca de la importancia de educar al hombre en función del respeto por la diversidad, minimiza la violencia y contribuye a la construcción de una sociedad inclusiva, justa y en paz, con proyectos cuyos resultados son visibles a nivel internacional.
Labor como Activista por la Paz
Para William Soto Santiago, la paz no es una utopía. La paz es más que un anhelo: es una necesidad, un derecho inalienable para todo ser humano.
Desde temprana edad desarrolló su visión como activista en favor de la familia humana, fundamentada en la necesidad de promover la paz integral en el ser humano, en la sociedad, en la nación y entre naciones. Según esta particular visión acerca de la paz integral, ésta tiene que ver con el alma, espíritu y cuerpo, los cuales están directamente interconectados.
En su perspectiva, si el hombre alcanza la paz interior, la paz en el corazón, podrá proyectarla y crecer en los diferentes aspectos de su vida; y así contribuir a la construcción de caminos que lleven a la convivencia pacífica y armónica entre individuos y naciones.
Su visión sobre la paz, la extiende a la vez a los pueblos y a las naciones. Esta labor como activista le ha permitido proponer, gestar y trabajar en proyectos y campañas en el área de la Educación, los Derechos Humanos, la justicia, la salud, la cultura, en el campo del diálogo interreligioso, en programas de capacitación laboral para jóvenes, y en la prevención y resolución pacífica de los conflictos.