EL PODER DE LA PALABRA
Las palabras son la manifestación del mundo interior del ser humano. Son los pensamientos de nuestra mente exteriorizados y los que continuamente van creando nuestra realidad.
El ser humano tiene voz, tiene esa palabra. Y si usted no ha examinado bien el don tan grande que Dios le ha dado: examínelo por un momento y notará todo lo positivo que le trae cuando usa bien ese instrumento que tiene para comunicarse; y los grandes problemas que le puede traer cuando lo usa mal.
Las palabras son muy importantes ya que están cargadas de energía y poder creativo. Las palabras no se las lleva el viento… dejan huellas en la persona que las recibe, ya sean positivas o negativas.
Una cometa se puede recoger después de echarla a volar, pero las palabras jamás se podrán recoger una vez que han salido de nuestra boca.
Siempre tiene que procurar producir, crear cosas positivas, cosas que sean de beneficio para sí mismo y para su prójimo. Y si son de beneficio para otros, automáticamente le van a ser de beneficio para usted también; porque ha hablado la palabra correctamente.
Para buscar errores en los demás ya hay muchas personas, pero para buscar o ver aspectos positivos, hay pocas. Y usted debe ser uno de esos que busque y hable las cosas buenas de aquellos que lo rodean, y que no tenga tiempo para buscar y hablar las cosas malas o criticar; porque lo que está buscando es ver, reconocer y exaltar las virtudes de su semejante.
La crítica mal intencionada es una alteración a la paz del ser humano, la paz del individuo del cual se está hablando; y atenta contra la dignidad y la confianza de la persona, de su familia y de su comunidad.
No puede salir nada del interior de una persona, por su boca, si antes no ha entrado en su corazón.
Del hablar la palabra depende el resultado en todos los campos de la vida, de la manera en que se hable y de la palabra que usted hable. ¿Quiere recibir resultados positivos en su vida? Hable palabras que produzcan cosas positivas; y para eso, primero piense; no hable sin pensar; porque si habla sin pensar, entonces no estará haciendo de la manera correcta.
Es importante tener siempre presente las consecuencias de nuestras palabras. Es muy conveniente que analicemos qué es lo que vamos hablar y cómo lo vamos hablar; es decir, debemos cuidar siempre que hasta el tono de voz con el cual vamos a expresarnos sea el más adecuado. Asimismo hay que tomar en cuenta si el momento y el lugar son los más apropiados y qué consecuencias van a tener las palabras que hablemos.
Al actuar de esta manera, nuestras relaciones interpersonales serán armoniosas y satisfactorias en todo ámbito en el que nos desenvolvemos.
EL LÍDER TIENE MAYOR RESPONSABILIDAD SOBRE LO QUE HABLA
Asimismo, se debe tener en cuenta que cuanto más alto sea el nivel de liderazgo de una persona, más consecuencias tendrán sus palabras sobre los demás. No es lo mismo las palabras de un presidente de una nación declarando la guerra a un país vecino, en un discurso ante la comunidad internacional, que un ciudadano simple afirmando lo mismo en una reunión familiar.
A través de sus palabras el líder tiene la capacidad de influir en su grupo de manera positiva o negativa, ya sea para animarlos en el camino hacia el logro de sus objetivos o en muchos casos, como muestra la historia, con discursos extremistas algunos líderes a través de las palabras han incitado a sus seguidores a cometer crímenes en contra de todo un pueblo.
LENGUAJE PROACTIVO Y REACTIVO
Usted está llamado a ser una persona proactiva, es decir, que no es definida por las situaciones que los rodean, sino aquellas que tienen la libertad de escoger sus actitudes ante las diferentes circunstancias que enfrentan en su diario vivir.
El psiquiatra y neurólogo Viktor Frankl fue quien dio origen al concepto de proactividad; lo definió como la libertad que tiene la persona de escoger la actitud frente a las diferentes situaciones que le toca pasar en la vida. Pero fue Stephen Covey en su obra “Los siete hábitos de la gente altamente efectiva”, quien hizo referencia a los conceptos de comportamiento proactivo y comportamiento reactivo.
Atribuyó el comportamiento proactivo a la capacidad humana de sujetar los impulsos a su escala de valores, para que en medio de situaciones difíciles predomine la actitud y el trabajo para salir adelante.
Un comportamiento reactivo es en el cual las personas reaccionan afectadas por las circunstancias, las condiciones del entorno y el ambiente. Es decir, la persona es dependiente de las cosas que pasan a su alrededor y le afecta en su comportamiento y en sus acciones.
Hago referencia a estos tipos de comportamiento en los seres humanos, porque el mayor indicador para identificar a cuál de los grupos pertenece una persona, es precisamente “el lenguaje”, por la forma de expresarse frente a las diversas situaciones.
Vea el siguiente cuadro, y si usted piensa que utiliza un lenguaje reactivo (lado derecho), tiene la oportunidad de hacer el cambio respectivo en la forma de expresarse (lado izquierdo).
El lenguaje interno
El lenguaje interno está condicionado por las vivencias que la persona ha adquirido desde que ha sido engendrada por sus padres, y se fueron grabando en el subconsciente a través de los años formando las creencias, y por tanto, contribuyendo a la configuración del diálogo interno; es decir, a la manera en que la persona se habla a sí misma. Este diálogo interno es muy importante ya que constituye la base que luego dará origen a los pensamientos, sentimientos y a las palabras.
Todos debemos tomar conciencia que de los cerca de sesenta mil pensamientos que diariamente tenemos, dicen los científicos que el 90% son los mismos todos los días, y aproximadamente el 80% son negativos.
Ese 90% de pensamientos repetitivos se vuelven creencias, con base en las cuales el subconsciente actúa y crea una realidad o resultados en la vida de la persona. Como el subconsciente no razona, la realidad de cada individuo es creada por sus creencias, ya sean verdaderas o falsas.
Así, por ejemplo, una persona que tiene en su subconsciente una creencia como “los ricos son desdichados y malvados”, los resultados financieros que tendrá en su vida, serán de escasez o limitación económica.
Por tanto, si usted no está satisfecho con los resultados que obtiene, vigile sus creencias. Para ello, vigile sus pensamientos varias veces al día. Si percibe que está pensando algo limitante o negativo, cambie conscientemente ese pensamiento por otro positivo y apóyese en afirmaciones positivas. De esta manera, por la ley de la repetición, se apropiará de creencias positivas nuevas, que serán tomadas por el subconsciente para crear la realidad que desea, tomando para ello las acciones que lo llevarán al logro de sus metas.
Recuerde nuestra programación (creencias en nuestro subconsciente) nos lleva a nuestros pensamientos; éstos a nuestros sentimientos; nuestros sentimientos a nuestra acciones y a nuestras palabras; para concluir este ciclo en nuestros resultados. Siempre recuerde que la palabra es tan poderosa que puede producir en una persona alegría o tristeza, éxito o fracaso, muerte o vida, guerra o paz. Todo depende de qué palabra sea la que usted escuche, todo depende de qué palabra sea expresada por la persona con la cual esté hablando.
Y eso también ocurre cuando usted habla: todo depende de lo que exprese; porque eso puede producir alegría, puede producir tristeza, puede producir problemas o puede producir tranquilidad y paz en su hogar, para sí mismo y para las personas que lo rodean.
Dr. William Soto Santiago
Alex dice:
Woow que bello son, el poder la palabra me ah conmocionado
Jhon dice:
Muy buen blo felicitaciones doctor soto
Omaira Toro Gallego dice:
Las necesitaba… gracias por estar aquí….Dr William Soto Santiago
Luis chacha dice:
Excellente aporte al desarrollo personal,
Esther Gonzalez dice:
Muchas Gracias. por la palabras que siempre necesito y las encuentro. para mi es inyectarme animo de todas estas palabras del Dr. willian Soto.